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El dilema del erizo sería la razón por la cual las parejas tóxicas siguen juntas

Las relaciones tóxicas son la consecuencia de no salir de una zona de confort que nos permita ser feliz y atrevernos a seguir viviendo solos. Únete al canal de Whatsapp de Wapa

El dilema del erizo sería la razón por la cual las parejas tóxicas siguen juntas
Foto: Google

El amor es una de las cosas más difíciles de explicar, porque cada persona es distinta y las demostraciones de afecto dentro de cada relación también lo es. Sin embargo, existen muchas relaciones que se tornan tóxicas y es básicamente por el miedo de salir de una zona de confort, a partir de eso, el pensador alemán Arthur Schopenhauer dedicó parte de su  obra a analizar la fragilidad del ser humano y sus relaciones sentimentales, denominando esta situación como el dilema del erizo.

Según el alemán los vínculos humanos pretenden darnos estabilidad pero irónicamente mientras más cerca estemos y conozcamos a la otra persona hay más probabilidades de que nos lastimen, ante esto preferimos seguir soportando este dolor que tolerar el frío de la separación. A  esa obsesión por encontrar la felicidad al lado de alguien hace que las parejas permanezcan juntas aunque solo se hagan daño.

Las “púas del erizo” es lo que aguantamos en cada discusión. En cada comentario con maldad disfrazada que decimos cuando “nos defendemos” de esos momentos. Es ahí donde comienza a surgir el dolor y la inestabilidad emocional, aquella que arrastramos a nuestras siguientes relaciones y con lo que creamos desconfianza.

“Cuando los erizos se aproximan demasiado, sienten el dolor que les causan las púas del otro y eso los impulsa a alejarse de nuevo. El hecho de alejarse va acompañado de un frío insoportable, entonces ambos se ven en el dilema de elegir entre herirse con la cercanía de sus púas o morir congelados. Para soportar el dolor ambos erizos se acomodan hasta encontrar la distancia en la que ninguno se hace demasiado daño, pero en la que tampoco mueren de frío”, describe la parábola del pensador para poder entender este síndrome.

La razón por la que las parejas permanecen juntas aunque sólo se hagan daño, es porque creen más soportable el dolor que se causan juntos que el separarse. “El dilema del erizo” vive en las parejas en las que el miedo reemplazó al amor, no importa cuánto se hieran, para ellos todo es mejor que quedarse solos.

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