Este es el testimonio de una mujer que tuvo problemas mentales por la píldora anticonceptiva

Los medicamentos pueden tener efectos secundarios, pero una chica de 14 años nunca se imaginó tener problemas mentales por tomar la píldora anticonceptiva. Este es el testimonio de Vicky Spratt, una mujer británica de 28 años de edad que sufrió depresión, pánico y ansiedad por el uso de aquellas pastillas.

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Las píldoras anticonceptivas no generan problemas para la mayoría de mujeres que lo consumen, pero otras sufren daños en su salud mental. La joven inció a los 14 años con el uso del medicamento debido a que su periodo menstrual duraba tres semanas. La doctora dijo que era probable que sea útil para su problema. 

”Sentía que sacar las diminutas pastillas amarillas de su empaque era una especie de rito de iniciación para convertirse en mujer. Las pastillas eran un símbolo de feminismo, liberación e innovación médica”, dijo Spratt, quien no le interesaba tener relaciones sexuales a los 14 años. 

En aquel tiempo, aparecieron problemas de ansiedad, depresión y cambios de humor que continuaron hasta su vida adulta. Ella se sentía infeliz, insegura e inútil, incluso ese estado la llevó a decidir dejar la universidad por un año y no tener alguna relación estable. 

Al terminar sus estudios, empezó a creer que su estado anímico se relacionaba con las pastillas anticonceptivas. Vicky buscó información por internet. A esas alturas, estaba probando un medicamento que tenía solamente progesterona porque sufría de migrañas. 

Vicky no era la de antes. Sufría de fuertes ataques de pánico que la debilitaban. “Sin embargo, el tema de las anticonceptivas nunca se mencionó, pese a que los episodios se iniciaron cuando empecé el tratamiento con la nueva pastilla”, dijo. Entonces, le recetaron betabloqueadores para la ansiedad y le recomendaron iniciar una terapia. 

En ese estado, su cuerpo estuvo siete meses soportando los efectos de las pastillas tanto anticonceptivas como para su salud mental. La joven confiesa que no recuerda con claridad lo que sucedió en ese período de su vida.

“En mi mente todo pasó muy rápido porque vivía en un estado permanente de urgencia y sentía que una maldición recorría mis venas”, comentó. 

Al preguntar que si los anticonceptivos estaban vinculados a sus males mentales, el especialista le dijo que no era el problema.  “Esto, pese a que le expliqué que me había sentido terrible con cada una de las siete anticonceptivas que me habían prescrito. La única excepción fue una pastilla que consumí por un tiempo con una dosis elevada de estrógeno que me hizo sentir la mujer maravilla por un año”, señala. 

El único anticonceptivo que le hizo sentir bien lo tuvo que dejar de tomar porque podría tener una trombosis y no es recomendado a personas con migraña. Pero, se armó de valor y dejó de obedecer las indicaciones de su doctora y del terapista. 

Con el tiempo, los ataques de pánico desaparecieron. Empezó a sentirse como ella misma y a tener control de su mente. Hoy, usa anticonceptivos hormonales que no le causan depresión.  “Sentada en una playa lejana, bajo una tormenta eléctrica tropical, lloré de alivio. Volvía a ser yo de nuevo, estaba en control de mi mente. No estaba equivocada, sabía más de lo que los doctores me hicieron creer”.

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Wapa, si te sientes mal emocionalmente y tomas anticonceptivos, consulta a tu médico porque puede ser que estés sufriendo de un efecto secundario.