Siete lecciones que aprende la hija de una mujer fuerte

Nuestras madres son de esas mujeres que no se dejan vencer; así la pasen mal, sacan fuerzas de donde sea para seguir adelante y nada ni nadie las puede derrumbar. Siempre se hacen respetar y expresan lo que siente y piensa.

Cuando creces y eres criada por una mujer fuerte aprendes que la vida, aunque sea difícil, siempre tendrá algo positivo para ti, pues vales mucho más de lo que piensan quienes quieren hacerte daño. Por eso hoy te mostramos las siete lecciones que una mujer fuerte le enseña a su hija.

1. Aprendes a amarte a ti misma

No permite que dudes de ti ni te subestimes. Sabes  que las derrotas no te definen y que nada ni nadie puede derrumbarte.

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2. Aprendes a ser fuerte

Ser fuerte no significa no ser emocional. De hecho, en todas esas ocasiones en las que tu madre estuvo contigo y lloró junto a ti te demostró esa fortaleza emocional que la hacía sentirse conectada contigo y no sentir vergüenza a mostrarse tan humana como lo es.

3.  Aprendes a ser independiente

No necesitas a alguien para ser feliz, ni tampoco dependes de nadie para tener estabilidad económica. Sabes cómo cuidarte a ti misma porque aprendiste que no necesitabas un hombre a tu lado que te mantuviera.

4. Aprendes a hacerte respetar

Gracias a la fortaleza de tu madre aprendiste a enfrentar a quien quería hacerte daño. Aprendiste a no permitir que alguien te pasara a llevar o te ofendiera.

5. Aprendes a tener el coraje de dejar atrás el pasado

Ya no haces caso de los “qué habría sucedido”, pues sabes que no tienen sentido en tu vida, pues siempre debes mirar hacia adelante y atesorar el presente.

6. Conoces el verdadero significado del amor y apoyo incondicional

Tu madre ha estado siempre contigo y te ha apoyado en todo momento. Gracias a ello aprendiste que el amor y el apoyo sí pueden ser incondicionales y desinteresados, sobre todo viniendo de personas que amas.

7. Aprendes a tener fe

Sabes que después de la tormenta siempre sale el sol. A pesar de todo, las cosas malas pasarán y no serán eternas y mañana será otro día, donde contarás con el apoyo de quienes te quieren, sobre todo el de tu madre.

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